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Dialogar a través del arte: SpY

19 de Octubre de 2022
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A través de elementos que a menudo representan herramientas para condicionar el comportamiento humano, SpY elabora sus instalaciones de arte público. Su práctica ha evolucionado a lo largo de su carrera hasta abarcar una compilación cada vez más espectacular de instalaciones e intervenciones a gran escala, cada una más ambiciosa e impactante que la anterior.


 


Manteniendo su identidad anónima, SpY cautiva a los espectadores al tiempo que los hace participar activamente en el proceso artístico. Emplea en su obra reflexiones ingeniosas y llamativas técnicas formales, planteando cuestiones relevantes sobre la realidad de las conexiones humanas. Sus diseños interactúan con el entorno urbano, perturban sus rutinas cotidianas y lo investigan como un lienzo en blanco lleno de potencial.


 


Su último escenario ha sido el nuevo espacio Caleido donde ha instalado una esfera compuesta de espejos de tráfico. Hablamos con  SpY para que nos cuente el proceso detrás de la creación de una obra como esta, además de otros proyectos que ha realizado este verano. 


 






 


¿En que te has inspirado para la instalación de Caleido?


 


En parte de mis proyectos, trabajo con el círculo y la esfera como elemento geométrico con el que enmarco ciertos conceptos e implicaciones simbólicas. La figura perfecta, el circulo y lo circular como figura completa sin principio ni fin, es el símbolo de la unidad primigenia.


 


¿Cómo definirías la obra que has hecho para Caleido?


 


La esfera es la extensión tridimensional del círculo y recoge todas las dimensiones en un único elemento con interior y exterior. Desde esa geometría esférica la escultura se ideo desde un icosaedro truncado formada por espejos convexos. La equilibrada repartición formarían múltiples repeticiones del exterior reflejado.


 


En este caso los espejos de seguridad que la componen alude a cómo los entornos sociales contemporáneos se transforman gradualmente en espacios ineludiblemente vigilados 24/7, tanto en el espacio físico de las ciudades modernas como en el virtual, en el que pasamos cada vez más tiempo de nuestras vidas. 


 






 


¿Qué quieres transmitir con la pieza?


 


La pieza trabaja con conceptos como identidad, privacidad, y la naturaleza relativa de la realidad. Genera un efecto de fragmentación y multiplicación visual que se extiende más allá de la propia obra por efecto de la acción de los visitantes que capturan y comparten imágenes de la instalación en internet.


 


Mi propósito en mis proyectos y en esta escultura pública específica, es que tenga un diálogo con el público y el contexto a través de los que elementos que extraigo del entorno urbano.


 






 


¿Cómo ha sido el proceso de creación de la obra?


 


Cada proyecto acaba siendo un viaje de aprendizaje porque nunca hay una obra igual a la anterior. Siempre supone nuevos retos donde buscamos entender y conectar nuevas herramientas, plantear procesos de investigación distintos y rodearnos del mejor equipo posible para llevarlas a cabo.


 


Se trata de crear nuevas obras a partir de lo ordinario. En este caso los espejos de vigilancia. Inicias el proceso basándote en elementos ya conocidos por la mayoría, pero si los reagrupas formando una combinación inédita hasta la fecha, ya estás creando algo nuevo y memorable.


 


¿Cómo surgió la idea?


 


Partimos desde el elemento esférico para crear una repartición paramétrica de los espejos y formar este elemento. Un simple diente de león nos dio las claves para entender que la mejor forma era de distribuirlo era utilizar el patron de un icosaedro truncado, básicamente como funcionan los pentágonos y hexágonos de un balón de fútbol. De cada arista sale un vástago del núcleo que llega a un espejo conformando la pieza en su totalidad.


 


En esta obra han estado involucrados casi 50 personas entre disciplinas digitales, artesanos, logística, organización, etc… 


 






 


¿Comparten algún punto en común todas tus recientes instalaciones?


 


Busco más allá del formalismo o la estética de las obras, que mi propia actitud artística y la del público se convierta en forma para construir la obra en su totalidad. Mi propósito es dirigirme directamente al público con el objetivo de generar reflexión y diálogo, interpelarle y hacerle trabajar como sujeto activo, no pasivo.


 


¿Hay algún mensaje común entre tus obras?


 


A través de mis obras quiero plantear preguntas importantes que como sociedad deberíamos tener presentes. La velocidad a la que está evolucionando el manejo de los datos y la absoluta pérdida de privacidad es un tema que me inquieta porque la limitación de libertades se consolida siempre hacía control social cada ves más invasivo. Esta búsqueda se formaliza a través de contrastes conceptuales entre la estética de mis obras y las difíciles connotaciones de los objetos con los que están construidas, a menudo elementos utilizados para condicionar el comportamiento de las personas.


 


¿Qué proyectos tienes a la vista y que se puedan contar?


 


El Studio está investigando y experimentando con arte cinético en movimiento y en el uso de nuevas herramientas y soportes que combinan lo digital, lo mecánico y lo electrónico con elementos del imaginario urbano que comúnmente encontramos en las calles de cualquier ciudad.


 


En este momento estamos trabajando en una gran instalación cinética permanente para el atrio de un hospital en Suiza. Requiere una sofisticada obra de ingeniería que se integra de modo inocuo en la arquitectura y un sistema de programación a medida que dará vida a todos los movimientos de la obra. Es un proyecto en el que estaremos trabajando con una compañía de ingeniería y 2 estudios de arquitectura y tendrá una duración de 2 años hasta terminar las obras del hospital y ponerlo en funcionamiento.


 


Cerraremos el año con bastantes proyectos nacionales e internacionales en Madrid, Bilbao, Egipto, Riyadh, China, Uk y Suiza. 


Una de las más destacadas será la instalación de una escultura de grandes dimensiones en Egipto frente a las pirámides de Giza una para un evento artístico internacional.


 






 


¿Afrontas del mismo modo proyectos con instituciones que los que desarrollan libremente en el espacio público?


 


Evidentemente no se abordan del mismo modo. En los proyectos institucionales o privados intervienen distintos promotores con objetivos e intereses muy distintos. Desde los culturales, los políticos y las marcas entre otros, la amplitud de propuestas que se encuentran en ciudades de todo el mundo impactan de una u otra manera en la vida de los vecinos y ciudadanos que tiene que convivir con ellas. 


 


Creo que como artista tus propuestas no tienen que buscar la complacencia y aceptación del mayor público posible. Tienes que buscar ser fiel y coherente con lo que quieres expresar, y trabajar dentro de un rigor artístico aunque eso no agrade a todos los que lo reciban. Ahora bien, hay que entender los contextos donde exhibes tus obras y trabajar sobre ellos en consecuencia, porque tenemos una responsabilidad importante cuando compartimos nuestras creaciones con los vecinos y residentes que ceden sus espacios, sino no seremos muy distintos del masivo ruido publicitario impuesto.


 


Hemos visto que has hecho muchos proyectos este verano ¿Cuál ha sido el que más has disfrutado y porque?


 


Recientemente hemos realizado una escultura cinética llamada ECLYPSES de 60 mt de largo compuesta por 20 discos móviles retroiluminados y un sistema de sonido en las naves de la antigua fábrica de armas de la vega en Oviedo para el festival LINK. 


Esta obra involucra a los visitantes en una experiencia única mediante la modulación de la escala, la luz, el color y la música. Los diferentes elementos se conjugan a través de coreografías que dan forma a una sucesión de patrones hipnóticos e inmersivos. 


 


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