Se trata de una obra de nuestra artista griega, Charoula Nikolaidou. Es una pieza hecha sobre un lienzo en el que entremezcla varias técnicas consiguiendo este resultado contemporáneo y único. En ella podemos encontrar formas, color y líneas, dando vida a los personas que tanto destacan en las obras.

En los mundos pintados de Charoula Nikolaidou se ensalza el erotismo, la interioridad y el éxtasis de la existencia. Según Nancy, la escena se describe adecuadamente en términos del cuerpo: "El cuerpo es una escena. Un sentido en acción", lo que nos lleva a suponer que una representación de la forma potencia la narración del drama. Donde lo que se hace es la extensibilidad y el éxtasis del "Ser". Otra posibilidad es que el "Cuerpo-Escena" sea una fuerza primitiva y elemental (si no arquetípica).

Las pinturas de Charoula Nikolaidou, gestuales e instintivas, se documentan de forma directa. Se mueven en un eje puramente personal y vivencial, donde los elementos perceptivos marcan diferencias evidentes. El flujo lírico de sus trazos envuelve los cuerpos vibrantes en continuos remolinos. La reimpresión de las escrituras se alterna en un frenesí que intenta absorber el movimiento. Se superponen y repiten en una especie de diseño autorregulado. De este modo, la noción de tiempo penetra profundamente en su obra. Cada línea, cada movimiento denota el tiempo; un testimonio histórico de su acto = palimpsesto.